Tras llevar prácticamente dos años estudiando
en la Universidad, me planteo una duda, la cual voy a reflexionar a
continuación y voy a compartir con vosotros, esperando que me aportéis vuestras
ideas y experiencias para poder poner en común todas nuestras opiniones y
llegar a una conclusión.
Sobreentendemos que estar unos cuantos años
estudiando en la Universidad tiene algún fin y sirve para algo a parte de
obtener un título que nos garantice nuestro esfuerzo, ¿no?
Cuando acabamos la Educación Secundaria Obligatoria
y el Bachillerato, nos dan la opción de elegir nuestro camino, ya sea a través
de la Universidad, de un Grado Superior u otras optativas. Creo que elijamos lo
que elijamos es porque nos gusta y queremos ejercer de ello, ¿no es así? En mi
caso, os hablo de la Universidad, y es que la mayoría de nosotros estudiamos lo
que nos gusta, pero, entonces ¿por qué pasamos más horas en el bar que en la
clase? ¿Por qué utilizamos más fotocopias ajenas que apuntes propios? ¿Por qué
utilizamos más la memorización que la comprensión? Todos estos métodos que
utilizamos, que a simple vista parecen realmente cómodos y aburridos, nos hace
ver a la Universidad desde otro punto de vista, llegando a confundirla con una
carrera de obstáculos. Pero debemos ver
el lado bueno de las cosas y sacar la mayor utilidad al sistema que nos está
formando para poder ser uno de los mejores innovadores en el futuro y aprender
cosas nuevas cada día pues nos condicionamos hoy para ser algo mañana. Y para
ello hay que dedicar esfuerzo.
La Universidad no es sólo una fiesta detrás
de otra, ni aprovechar un viaje para desaparecer una semana, o subrayar libros
que no son tuyos… La Universidad nos enseña a ser personas para saber estar a
la altura de los tiempos, tanto en nuestra futura profesión como en la vida
personal.
Estoy de acuerdo con lo que defiende Francisco Esteban Bara (Profesor titular del Dto. de
CC. de la Educación, F. de Humanidades de la Universidad Internacional de
Cataluña): “El estudiante que practica el
hábito de la puntualidad se dará cuenta de la importancia que tiene respetar al
otro, si practica el hábito del silencio comprenderá lo provechoso que resulta
pensar de vez en cuando, si sabe estar en la biblioteca admirará el legado de
otros, degustará el sentido de lo comunitario, y ni por asomo se le ocurrirá
embadurnar los libros con fluorescente, si practica el hábito de la escucha
verá como se reduce el número de veces que mete la pata porque aprenderá que
antes de opinar uno debe conocer, si trabaja con compañeros, que es diferente a
repartirse el trabajo, saboreará el valor de la amistad, de esa que va más allá
de los años universitarios. En definitiva, sabrá que de poco sirve tener un
título si no se dan muestras de haber vivido la universidad“.
En definitiva, por lo que a mí respecta, la
etapa universitaria es un período de oportunidades enriquecedoras, el cual crea entornos de aprendizaje a nivel
personal y profesional, pero para ello deben ser bien aprovechadas. Si tenéis
la oportunidad de ir a la Universidad, os recomiendo que lo hagáis, pero, eso
sí, ¡debéis ser conscientes de que estáis ante una oportunidad única! ¡Sacarle
el máximo partido! Si no, simplemente estaréis dejando pasar el tiempo.
Os
adjunto un vídeo de una alumna Universitaria, la cual hace de la Universidad
una visión aburrida y en modo “graciosa”. ¡Luchemos por cambiar dicha
perspectiva! ¡Luchemos por la sociedad del siglo XXI!
Video LA UNIVERSIDAD